Esta solemnidad ha sido colocada el último domingo del tiempo ordinario, como final del año litúrgico, para expresar el sentido de consumación del plan de Dios.
El Papa Pío XI instituyó esta solemnidad con la carta encíclica “Quas primas” el 11 de diciembre de 1925, y después del Concilio Vaticano II fue cuando se ha colocado el último domingo del tiempo ordinario.
La Parroquia del Santo Cristo del Calvario de Marbella ha celebrado esta festividad, con una puesta en escena por parte de los niños de catequesis, de los últimos momentos de Jesús en su vida terrena, entre los dos malhechores.
Queremos recordar las palabras del Papa emérito Joseph Ratzinger: «…la fiesta de Cristo Rey es reciente, pero su contenido es tan viejo como la misma fe cristiana. Pues la palabra «Cristo» no es otra cosa que la traducción griega de la palabra Mesías: el Ungido, el Rey. Jesús de Nazaret, el hijo crucificado de un carpintero, es hasta tal punto Rey, que el título de “rey” se ha convertido en su nombre. Al denominarnos nosotros cristianos, nosotros mismos nos denominamos como la «gente del rey», como hombres que reconocemos en Él al Rey…».
En la puesta en escena parroquial no faltó el soldado que se burla de Jesús y el propio Jesús con los ladrones a los que crucificaron con el, uno de los cuales le pidió que se acordara de él cuando llegara a su reino, y Jesús le dijo «hoy estarás conmigo en el paraíso”.
Frente a esta afirmación encontramos la actitud de los soldados que se burlan del Crucificado: «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo». En el condicional de la frase se afirma la incredulidad pero también podemos leer la indiferencia de nuestro mundo que se pregunta qué tiene que ver Jesucristo con él. Sólo obedeciendo al Señor el hombre y las naciones podrán gozar de la verdadera paz.
Con estas palabras de vida eterna, hoy estarás conmigo en el paraíso”. Niños y todos los asistentes se fundieron en un aplauso lleno de calor y amor inmenso al Rey de Reyes.