«“PREFIERO FAMILIAS ARRUGADAS, CON HERIDAS, CON CICATRICES, PERO QUE SIGAN ANDANDO”: EL PAPA FRANCISCO EN TUXTLA GUTIÉRREZ» Así defendió el Papa Francisco a la familia después de escuchar el testimonio de cuatro familias. El Santo Padre reflexionó sobre el matrimonio: “¿Qué marido y qué mujer no se pelean? ¡Y más cuando se mete la suegra! Pero no importa, porque se aman y nos han demostrado que se aman y son capaces por el acto de ponerse de rodillas delante de su hijo amado”. El Obispo de Roma también recordó que vivir en familia no siempre es fácil, pero que es necesario tener paciencia y amor.
Es falso, dijo, que una familia perfecta nunca pelea: “¡Es conveniente que de vez en cuando vuele un plato!”, y aconsejó que cuando esto suceda los esposos no terminen el día sin hacer la paz, “porque si terminan el día en guerra van a amanecer ya en guerra fría, y la guerra fría es muy peligrosa en la familia porque va socavando desde abajo las arrugas de la fidelidad conyugal”. Y las arrugas, completó, son las huellas de la historia propia. “Prefiero familias arrugadas, con heridas, con cicatrices, pero que siguen andando, porque esas heridas, esas cicatrices, esas arrugas son fruto de la fidelidad de un amor que no siempre les fue fácil; el amor no es fácil, no es fácil, no, pero es lo más lindo que un hombre y una mujer se pueden dar entre sí: el verdadero amor para toda la vida”.