Simón Stock—16 Mayo. Nació en el Reino Unido en 1165. Durante su juventud ingresó en la orden carmelita, y viajó a Tierra Santa en Palestina. En 1251, mientras la orden carmelita sufría opresión, afirmó que la Virgen María se le apareció en Cambridge para asegurarlo en su misión y para ofrecer su protección perpetua a la orden. Nuestra Señora le dijo que los que llevaban el hábito carmelita serían protegidos de las llamas del infierno, el escapulario en sí iba a ser un escudo espiritual en momentos de peligro. En 1254 fue nombrado superior general de la orden carmelita en Londres. Murió en 1265 en Burdeos (Francia).
Eugenio de Mazenod – 21 Mayo. Nació en 1782 en Francia. En sus primeros años su familia huyó a Italia por la revolución francesa, y luego volvieron a Francia, habiendo sufrido dificultades económicas. En 1808 Eugenio entró en el seminario de San Sulpicio en París. En 1811 fue ordenado sacerdote y dirigió su ministerio hacia los más pobres de los pobres. Fue obispo de Marsella y construyó muchas iglesias y parroquias. Es famoso por el establecimiento de los «Misioneros de Provenza», comunidad aprobada por el Papa León XIII y conocida como «Los Oblatos de María Inmaculada». Después de una vida de difusión del Evangelio murió en 1861. Fue canonizado en 1995 por San Juan Pablo II.
Sta. Rita de Casia – 22 Mayo. Nació cerca de Spoleto en Italia en 1381. Se casó a la tierna edad de 12 años y tuvo dos hijos. Tras morir su marido y sus dos hijos, intentó unirse al convento agustino de Casia que la rechazó, ya que sólo aceptaban vírgenes, sin embargo después de ver lo ferviente de que era su fe aceptaron su ingreso en 1413. Rita meditó sobre la Pasión de Cristo, experimentó visiones y recibió los estigmas de las heridas que Jesús había sufrido de la corona de espinas en su cabeza. Murió de tuberculosis en 1457. Conocida como la santa de las causas perdidas y de los matrimonios difíciles, fue canonizada en 1900 por el Papa León XIII, y muchos milagros se atribuyen a ella.