San Francisco de Paula-2 de Abril. Nació en Paula, Italia, en 1416. De niño, enfermó gravemente de los ojos. Se encomendó junto con sus padres a San Francisco de Asís y este santo le obtuvo de Dios la curación. En acción de gracias se fue con 14 años a Asís, dónde decidió convertirse en ermitaño. Muchos hombres siguieron su ejemplo. Se retiró a la montaña, y ahí permaneció durante cinco años, rezando, meditando y alimentándose solamente de agua e hierbas silvestres. Así como San Francisco de Asís les había puesto a sus religiosos el nombre de «hermanos menores», San Francisco de Paula les puso a los que pertenecían a su comunidad el nombre de «hermanos Mínimos». El Divino Espíritu le concedió a San Francisco de Paula el don de hacer milagros, de hacer curaciones, y el don de profecía. Murió el, 2 de abril de 1507.Doce años después de su muerte, fue proclamado santo por el Sumo Pontífice León X .
San Isidoro de Sevilla-4 de Abril. Nació en Cartagena, España en el año 556. Isidoro era el menor de cuatro hermanos. Dos hermanos, Leandro y Fulgencio también llegaron a ser santos. Su hermana Santa Florentina, fue abadesa de varios conventos. Su hermano Leandro, mucho mayor que él, se encargó de su educación porque quedaron huérfanos siendo Isidoro un niño. Fue nombrado Obispo de Sevilla, cargo que desempeñó durante 37 años, sucediendo en el cargo a su hermano Leandro. Promovió los Seminarios en cada diócesis de España. Isidoro llegó a ser uno de los hombres mas sabios de su época. Se le llamó el Maestro de la Europa Medieval. La principal contribución de San Isidoro a la cultura, fueron sus Etimologías, condensando los logros de la ciencia de la época, siendo uno de los textos clásicos hasta mediados del siglo XVI. Murió en el 636 en Sevilla y fue canonizado por el Papa Clemente VIII en 1598. Fue nombrado Doctor de la Iglesia en 1722 por el Papa Benedicto XIV. Es el Santo Patrón de Sevilla.
San Vicente Ferrer– 5 de Abril. Nació en 1350 en Valencia. Es el Santo Patrón de esta ciudad. Fue ordenado por los Padres Dominicos y, enviado a Barcelona. Tenía que predicar en campo abierto. Era tanta la gente que acudía a escucharle que no cabía en los templos. La Iglesia Católica estaba dividida entonces entre dos Papas y había muchísima desunión. Esa angustia le enfermó y estuvo a punto de morir. Durante 30 años, recorrió predicando el norte de España e Italia, el sur de Francia, y Suiza. Sus sermones duraban más de dos horas .Antes de predicar rezaba unas cinco horas para pedir a Dios que sus oyentes se transformaran al oírle. Convirtió a muchos judíos y musulmanes. Los milagros acompañaron a San Vicente en toda su predicación. Y uno de ellos era el hacerse entender en otros idiomas, siendo que él solamente hablaba su lengua materna y el latín. Murió el Miércoles de Ceniza, del año 1419 . Fueron tantos sus milagros y tan grande su fama, que el Papa lo declaró santo a los 36 años de haber muerto, en 1455.