Palabras para la vida: 21-II-2016 Lectio Divina
II Domingo de Cuaresma
En este II domingo de Cuaresma hemos escuchado del evangelista San Lucas: “La transfiguración del Señor”. Jesús subió al monte a orar, fue a un sitio elevado para hablar con su Padre. Fue con Pedro, Santiago y Juan.
La montaña nos permite contemplar la belleza de la Creación y la montaña nos permite alejarnos por un cierto tiempo del ruido y del ajetreo diario, y así recogernos interiormente y descubrir la huella de Dios en la naturaleza.
Hay muchos momentos de nuestra vida en los que rezamos: muchos futbolistas rezan después de marcar un gol, cuando vamos a un duelo y hacemos la señal de la cruz frente al difunto, cuando pedimos ayuda antes de un examen, cuando nos paramos junto a la imagen de la Virgen del Carmen de la entrada de la iglesia,…
Pero la oración no es solo para momentos trascendentales, es también para el día a día. Necesitamos ponernos en presencia de Dios, pedirle a Jesús por todas nuestras intenciones, ponernos en comunicación con Dios Padre. Para esto hace falta un momento y un lugar.