Palabras para la vida: 28-II-2016
III Domingo de Cuaresma
- Os invito a meditar en esta tarde sobre lo que el Señor entiende por conversión. En el texto que hemos escuchado, podemos sacar en claro las consecuencias de la no-conversión: la muerte eterna, la condenación.
- Pero, ¿qué es la conversión? Si buscamos la palabra conversión (en su raíz griega=metanoia) en otros textos del evangelio de San Lucas, quizás encontremos la respuesta a, ¿qué es la conversión?
- Convertirse es dejar atrás de nuestra vida el pecado. Y como se deja atrás el pecado. Lo encontramos en unas palabras del Señor a sus discípulos en el capítulo 17 del evangelio de Lucas: “…si tu hermano peca, repréndele; y, si se arrepiente, perdónale. Y si peca siete veces al día contra ti, y siete veces vuelve a ti, diciendo: “Me arrepiento”, le perdonarás (…)”. La conversión es dejar atrás el pecado y se hace gracias al arrepentimiento.