Una misa concelebrada fue el inicio de una tarde noche que se presentó con todo el calor y cariño de unos amigos entregados a la celebración del dia. Era el segundo aniversario de la ordenación sacerdotal del P. Alex Okiro y con motivo de su estancia en Marbella, y su apoyo ayudando en las tareas de la Iglesia del Santo Cristo del Calvario, se le ofreció un ágape realizado por feligreses y por la propia parroquia. El templo estaba lleno para acompañar a este ugandés de 30 años con sonrisa permanente para todos los que se acercan a el, recibiéndonos con un lenguaje cálido y un deseo enorme de servicio y entrega.
La concelebración estuvo participada por D. Rafael Rodríguez en su calidad de párroco titular, por D. Francisco Ruiz, amigo entrañable del Padre Alex y por el propio protagonista de la jornada .
Antes de la bendición final D. Francisco pronunció palabras de reconocimiento sincero, llenas de emotividad por sus comentarios plenos de cariño y familiaridad y con un consejo, que haciéndose eco de una frase del Papa Francisco, dejó como consigna de vida para todos los presentes y muy especial para el P. Alex: “Ser un pueblo santo fiel a Dios”.
Uniéndose a las palabras de reconocimiento, el P. Rafael hizo entrega al homenajeado de un obsequio que encerraba todo el cariño conseguido en su estancia estival en Marbella.
Tras los calurosos aplausos dedicados por el publico a los intervinientes, se pasó al patio parroquial de San Juan Pablo II donde esperaba una mesa llena de exquisitos platos, regados con bebidas refrescantes para compartir en familia.
Dio la bendición de los alimentos el P. Alex y bendijo a todos los asistentes y quienes habían participado en la preparación de los manjares existentes en la mesa.
Pudimos entrevistarle unos minutos y nos comentó que su deseo de ser sacerdote lo recuerda desde la mas tierna infancia, desde la guardería y con tan solo 7 años pidió a sus padres ser sacerdote; teniendo que esperar a los 13 años para ingresar en el seminario menor de Soroki en Uganda; posteriormente estudió filosofía en la capital, habiendo realizado los estudios de teología en Pamplona. Nacido para amar a Dios y a todos desde sus primeros pasos, ungido con la entrega de su servicio como pastor de almas.
Para conocer un poco más al P. Alex hemos de decir que es el mayor de 10 hermanos y su nacimiento en l986 fue de gran alegría para un matrimonio con gran pasión a la vida. La `profesión de su padre como veterinario le hizo sentir desde muy pequeño el respeto a todo todos los seres vivos creados por Dios, dando fiel testimonio de una vida entregada al amor y respeto a la Obra de Dios.
Desde aquí vaya nuestro agradecimiento por su paso por Marbella, del que deja una huella imborrable, con el deseo de que su vida este llena de logros para llevar la Palabra del Señor por todo el mundo. Y haciéndonos eco de la premonición de su presentador en la misa de hoy, le decimos que no nos olvide “cuando sea obispo”.
Seguiremos unidos en la oración y un mismo amor, el de caminar con Cristo y por Cristo.
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