
El sábado quince de diciembre en la Misa de la tarde empezó la novena al Divino Niño.
El martes por la tarde fue la participación del Coro internacional para rendir homenaje al Niño Jesús y a la Virgen María, que acogió con generosidad y fe la llamada del Altísimo para ser Madre de Dios.
La comunidad internacional compartió la novena con el grupo Emaus de hombres.
Durante la novena los niños de catequesis representan el Belén viviente durante la Santa Misa. La Sagrada Familia, Jesús, José y María, junto a los pastorcillos y los ángeles se colocan en la parte derecha del altar para recordarnos la cercanía del tiempo de Navidad.
El coro cantó para la Comunión: “Away in manger”, un bien conocido villancico, que añadió un efecto dramático a toda la tarde, adentrándonos en el misterio del Niño Dios.
Durante todos los días de la novena, los niños de la catequesis traían su carnet y las catequistas le ponían el sello en el hueco correspondiente del carnet.
Al final de la novena los niños recibieron una imagen del Niño Jesús y una bolsa de chucherias.
Durante la Misa de la novena fuimos transportados dos mil años atrás hasta el portal de Belén. La Novena es una estupenda costumbre para prepararnos para la Navidad y nos lleva a meditar en el mensaje central de la Navidad: dialogo, austeridad, generosidad y a darnos cuenta que el Nacimiento de Jesús tiene un impacto en el momento presente, porque sabemos que Él está presente hoy en la Eucaristía, está presente en medio de la comunidad cristiana y está presente en aquellos que sufren necesidad.
Durante la Novena las familias llevaron alimentos y juguetes para Caritas. Los juguetes serán entregados a los niños de las familias que vienen a Caritas el viernes 4 de Enero, en una fiesta llena de alegría en la que se merienda chocolate con churros.
La novena ha sido una gozada y como cristianos estamos llamados a difundir la Buena Noticia del evangelio con alegría por todo el mundo.
Sasha Marsh