Saluda P. Rafael Rodríguez revista enero 2019

Hace unos días hemos celebrado el Nacimiento de Nuestro Señor Jesu­cristo.

Hoy y siempre en nuestra vida, necesitamos tener “capacidad de asombro”. Esta capacidad se alcanza cuando tratamos de conocer las co­sas en profundidad.

Los sacerdotes nos asombramos al darnos cuenta de que a través de nuestras manos y de nuestras pa­labras “tomad y comed todos de él porque esto es mi cuerpo”. Cristo mismo viene a la tierra y se hace presente en la Eucaristía “Cuerpo de Cristo” y “Sangre de Cristo”. Mi­lagro de Amor.

Los padres y las madres se asombran al ver a cada uno de sus hijos, fruto de su amor y de Dios que ha infun­dido el alma espiritual. Sus ojos, su boca, su manera de hablar, su forma de andar, expresan la grandeza del ser humano, hecho a imagen de Dios.

Hace unos días hemos celebrado el Nacimiento de un Niño que na­ció en Belén hace 2018 años. Nos asombramos y nuestro corazón se llena de paz y esperanza al saber que es el Enmanuel : “Dios-con-noso­tros”.

Empezamos también un nuevo año. Pedimos al Niño Jesús de modo especial por todas las familias que están pasando un mal trago. Que seamos más solidarios, que nos ayu­demos unos a otros y que se pueda solucionar el mal del paro.

Rafael Rodríguez Sainz de Rozas

Párroco de Santo Cristo del Calvario, Marbella

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