
Hace unos días hemos celebrado el Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo.
Hoy y siempre en nuestra vida, necesitamos tener “capacidad de asombro”. Esta capacidad se alcanza cuando tratamos de conocer las cosas en profundidad.
Los sacerdotes nos asombramos al darnos cuenta de que a través de nuestras manos y de nuestras palabras “tomad y comed todos de él porque esto es mi cuerpo”. Cristo mismo viene a la tierra y se hace presente en la Eucaristía “Cuerpo de Cristo” y “Sangre de Cristo”. Milagro de Amor.
Los padres y las madres se asombran al ver a cada uno de sus hijos, fruto de su amor y de Dios que ha infundido el alma espiritual. Sus ojos, su boca, su manera de hablar, su forma de andar, expresan la grandeza del ser humano, hecho a imagen de Dios.
Hace unos días hemos celebrado el Nacimiento de un Niño que nació en Belén hace 2018 años. Nos asombramos y nuestro corazón se llena de paz y esperanza al saber que es el Enmanuel : “Dios-con-nosotros”.
Empezamos también un nuevo año. Pedimos al Niño Jesús de modo especial por todas las familias que están pasando un mal trago. Que seamos más solidarios, que nos ayudemos unos a otros y que se pueda solucionar el mal del paro.
Rafael Rodríguez Sainz de Rozas
Párroco de Santo Cristo del Calvario, Marbella