Desde lo más profundo del corazón
Un grito de amor contenido, Viva la Reina de los mares, Viva la Madre de Dios. Tantas cosas para decirte al paso de tu comitiva y… luego, la verdad, un nudo de emoción en la garganta, que silencia las palabras y brotan las lágrimas en los ojos con una emoción que no se puede contener. En medio de la multitud, solo Tu y yo Madre mía del Carmelo en una plegaria, devoción de mis mayores, de las gentes de la mar y que portada por hombres devotos con los pies desnudos, ofrecen lo mejor de si mismos en un silencio total y un fervor que unido al del pueblo nos hace sentir a todos, que hoy es un gran día, porque la reina de los navegantes viene a visitarnos en un gesto de amor y proximidad.
Guapa, Guapa y Guapa es el grito silencioso de mi alma, pidiéndote extasiada a tu paso, que no nos dejes nunca, Virgencita del Carmen; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de Tu vientre, Jesús.
Los acordes de la banda de música resuenan en nuestros oídos como un símbolo de tu visita a los pueblos marineros y a todas las gentes que traen a su hijos en brazos para ponerlos a tus pies, en el deseo de que tu bendición sea un símbolo de vida en su caminar terreno.
Inmaculada Molina